By Alejandro Cruz / Publicado Ene. 29, 2025 a las 10:26 am
Entre los remedios más interesantes utilizados por la medicina se cuentan las plantas medicinales, que desde tiempo inmemorial proporcionan principios activos de gran importancia.
Hacia el año 1300 de nuestra era los herbolarios se dejaron influir por la extraña idea de la llamada doctrina de las signaturas.
Según dicha teoría, existía una relación entre la enfermedad que una planta podía curar y la forma de las hojas, frutos y flores de la misma.

Las hojas y flores en forma de corazón se aconsejaban, por ejemplo, para el tratamiento de las enfermedades cardíacas.
Las cabezas de amapola curaban el dolor de la cabeza, y la pulmonaria las afecciones pulmonares.
Las hepáticas se utilizaban como tónicos del hígado, pues sus hojas y su forma evocaban la del hígado. La pulpa de la nuez, semejante en su apariencia al cerebro, era aconsejada para el tratamiento de las enfermedades mentales.
Hoy en día nadie cree ya en la doctrina de las signaturas, pero los científicos siguen buscando plantas medicinales y prestan especial atención a las plantas utilizadas por los curanderos y los pueblos primitivos.
¿Cuándo medían los helechos gigantes 50 metros?
Son nada menos que 6.000 las especies de helechos que hoy crecen en todas las partes del mundo, sobre todo en las zonas ecuatoriales.
Pero hace millones de años estas plantas proliferaban en número muy superior, y además alcanzaban dimensiones gigantescas.
Durante el período carbonífero los bosques estaban especialmente dominados por los helechos arbóreos, cuyos gruesos troncos se transformaron con el tiempo en carbón fósil.
En efecto, en el carbón, al igual que en muchas piedras arcillosas, se encuentran hoy todavía muchos vestigios de helechos fósiles. Hoy en día las dimensiones de los helechos son mucho más modestas.
En las selvas tropicales se encuentran ejemplares de helechos de hasta dos metros de altura, pero en las regiones y los valles mediterráneos donde suelen desarrollarse, estas plantas no acostumbran a rebasar los 60 centímetros de altura.

Uno de nuestros helechos más hermosos es el culantrillo, planta de diseño foliar muy delicado, que crece en los lugares frescos y sombreados, por lo general entre las paredes rocosas donde fluye algún riachuelo.
Pero los más conocidos en nuestros bosques son el helecho hembra, que cubre vastas zonas y posee hojas triangulares muy recortadas, y el helecho macho, con hojas muy largas y pecíolos provistos de mechones de pelusilla parda.
Otros helechos que presentan especial interés son los helechos arborescentes de los trópicos, que pueden alcanzar los 18 metros.
El helecho llamado de cuerno de ciervo debe su nombre al hecho de producir dos frondas vagamente circulares sobre un tronco de árbol, de las cuales brotan unas fértiles frondas, muy ramificadas y parecidas a los cuernos de un ciervo.
La Marsilea, en cambio, se encuentra sobre todo en las aguas poco profundas, y produce cuatro hojitas en lo alto de un largo pedúnculo. Tiene, pues, apariencia de trébol de cuatro hojas.
¿Cómo influyeron las plantas en la medicina de la antigüedad?
En la antigüedad, las plantas medicinales fueron fundamentales en civilizaciones como Egipto, Mesopotamia, China, Grecia y Roma. Textos como el “Papiro Ebers” (Egipto, 1550 a.C.) o los escritos de Hipócrates y Dioscorides documentaron el uso de hierbas como aloe, opio, ajo y manzanilla para tratar enfermedades.
Sistemas como el Ayurveda en India y la medicina tradicional china también integraron plantas en sus prácticas curativas. El conocimiento se basaba en experiencia empírica y tradición, sentando las bases de la farmacología moderna.
¿Cuándo nacieron las sequoias gigantes?
Las sequias son famosas por sus gigantescas dimensiones y por su longevidad. En los Estados Unidos y el Canadá, países donde se desarrollan, los ejemplares más altos y antiguos gozan de protección especial.
Existen dos especies de sequoias: la gigante y la siempre verde (aun-que la primera conserva también las hojas verdes en invierno).
En la actualidad, la sequoia gigante de mayores dimensiones es la General Sherman, que tiene casi 4.000 años y mide 83 metros.
Su diámetro de base es aproximadamente de nueve metros. Las sequoias siempre verdes son menos longevas, pero alcanzan mayor altura.

La Founder’s Tree, que se encuentra en California, mide 110 metros, Su tronco es sin embargo menos grueso, y su diámetro de base es de cuatro metros y medio.
La principal característica que distingue a ambas especies es la forma y disposición de las hojas.
En la sequoia siempre verde éstas son lineares y coriáceas, lisas y aciculares, de un centímetro de longitud y con el extremo puntiagudo; mientras que en la gigante son mucho más pequeñas, presentan forma de bráctea puntiaguda y están dispuestas en ramitas formando como unas pequeñas tejas.
Las dos especies producen piñas, que son más sencillas y pequeñas en la primera. La madera, también rojiza, es ligera y resistente.
¿Cuándo se empezó a emplear el algodón como fibra textil?
Herodoto afirma que el algodón ya se utilizaba en la India en el año
3000 a. de J.C. En efecto, los pueblos orientales fueron quienes primero utilizaron este tejido. Los romanos conocían su existencia, pero dada su escasez (había que importarlo de la India) lo consideraban más valioso que la seda.
Los colonizadores europeos descubrieron más tarde que esta planta se desarrollaba con especial vigor en el clima de algunas zonas de las dos Américas.

El mayor inconveniente del cultivo y cosecha del algodón estriba en la gran cantidad de mano de obra que exige.
Para hacer frente a dicha necesidad, los europeos organizaron la mayor trata de esclavos de toda la historia trasladando a América a varios millones de africanos.
El camino que lleva desde la recolección de los copos de algodón hasta el tejido, es largo y complicado. Actualmente el algodón es la fibra textil vegetal más utilizada.