By Alejandro Cruz / Publicado Ene. 24, 2025 a las 10:47 pm
El éxito de los norteamericanos en la competición por la conquista de la Luna recibió un impulso definitivo con el lanzamiento del Apolo 9 (marzo de 1969).
En tal ocasión se sometió a prueba el LEM, es decir, el vehículo destinado a transportar a los astronautas hasta el suelo lunar.
La prueba general del alunizaje se confió al Apolo 10 que permitió a los astronautas Stafford y Cernan acercarse con el LEM a la Luna hasta rozarla.
El 16 de julio de 1969, los astronautas norteamericanos Armstrong, Aldrin y Collins, partían a bordo de la nave espacial Apolo 11 para la expedición decisiva.

Al cabo de tres días de viaje perfecto, el LEM, con Armstrong y Aldrin a bordo, se separaba de la nave espacial-madre y, a las 21,20; se posaba sobre el suelo lunar en un alunizaje perfecto.
A las 3,56 del 20 de julio, Armstrong se convertía en el primer ser terrestre que pisaba la Luna.
¿Cuándo nos encontraremos con los demás habitantes del universo?
Las investigaciones astronómicas se desarrollan en relación con los nuevos instrumentos de investigación que la ciencia ofrece.
Hoy en día se construyen telescopios muy potentes, que facilitan la exploración del cielo.
Famoso en todo el mundo es, por ejemplo, el telescopio de Monte Palomar, en California, cuyo gran reflector tiene un diámetro de 5 metros.
Los radiotelescopios han ampliado enormemente el campo de investigaciones del universo.
El universo está constituido por un número infinito de estrellas semejantes al Sol y alrededor de las cuales gravitan a menudo planetas y satélites.
Las analogías entre nuestro sistema solar y otros sistemas estelares lejanos son asombrosas.

De ahí que el gran interrogante que el hombre se plantea, y que nadie sabe cuánto tiempo tardará en quedar resuelto, es tal vez el más fascinante de todos: ¿Existen en alguno de los infinitos mundos que pueblan el firmamento otros seres semejantes a nosotros?
Y, si existen, ¿estaremos en condiciones de comunicarnos con ellos, de llegar a conocer su vida?
Aunque objetivamente enormes, las dificultades para hallar un punto en común con las culturas de los demás habitantes del universo serán superadas.
Es poco probable que se llegue a un intercambio de informaciones literarias, pero existen nociones que cualquiera que haya desarrollado los aparatos necesarios para la recepción de nuestros radio-mensajes tiene que conocer forzosamente.
Pensemos, por ejemplo. en el teorema de Pitágoras, de facilísima transmisión y comprensión. En la actualidad se están realizando experimentos en este sentido.
¿Por qué se creé que hay seres en otros planetas?
La pregunta de si existen seres en otros planetas es una de las más fascinantes y debatidas en la ciencia.
Hasta ahora, no hay evidencia directa de vida extraterrestre, pero las posibilidades no se descartan.
Los científicos han descubierto miles de exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar) que están en la “zona habitable” de sus estrellas, lo que significa que podrían tener condiciones adecuadas para albergar vida, como agua líquida.

Además, se han encontrado algunos compuestos orgánicos básicos en lugares como cometas, meteoritos y en la atmósfera de ciertos planetas y lunas dentro de nuestro sistema solar, lo que sugiere que los elementos necesarios para la vida podrían ser comunes en el universo.
También hay investigaciones en curso, como el SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence), que busca señales de civilizaciones avanzadas. Sin embargo, hasta ahora no se ha encontrado pruebas definitivas de vida fuera de la Tierra.
¿Qué tipos de seres podría haber en otros planetas?
La verdad es que las posibilidades son prácticamente infinitas, ya que depende de las condiciones del planeta o luna en cuestión, y cómo la vida podría haberse adaptado a esos ambientes.
Los tipos de seres que podrían existir fuera de la Tierra son tema de especulación científica y de ciencia ficción, pero algunas ideas comunes se basan en lo que conocemos sobre la biología terrestre y lo que sabemos de otros ambientes cósmicos. Aquí algunos ejemplos:

Microbios o formas de vida microscópica
La vida más probable fuera de la Tierra podría ser microbiana. Los microbios, bacterias, o incluso organismos más complejos como los protozoos, son increíblemente resistentes y pueden sobrevivir en condiciones extremas.
Los científicos han encontrado extremófilos en la Tierra (organismos que viven en condiciones extremas como aguas muy calientes, ácidas o salinas) que podrían dar pistas sobre cómo la vida podría sobrevivir en planetas con ambientes muy distintos a los nuestros.
Seres basados en química diferente
En la Tierra, la vida está basada en el carbono y el agua, pero algunos científicos sugieren que, en teoría, podría existir vida basada en otros elementos, como el silicio, o en disolventes diferentes a agua, como el metano o el amoníaco. Estos seres podrían tener una bioquímica radicalmente diferente a la nuestra.
Seres grandes y complejos
A medida que los planetas son más similares a la Tierra en términos de gravedad, temperatura y composición química, podríamos imaginar seres más complejos, quizás incluso animales de tamaño grande, como los que vemos en la Tierra.
Sin embargo, las condiciones de otros planetas o lunas podrían no ser tan favorables para el desarrollo de organismos multicelulares grandes.
La gravedad, por ejemplo, podría hacer que las criaturas sean más pequeñas o tengan estructuras corporales muy diferentes a las terrestres.
Seres basados en energía o plasma
Una hipótesis interesante es que podría haber formas de vida basadas no en materia, sino en energía.
Algunos científicos especulan que seres de plasma podrían existir en regiones del espacio donde las condiciones de temperatura y presión son extremas, como cerca de estrellas o en la atmósfera de planetas gasosos gigantes.
Seres inteligentes o civilizaciones avanzadas
Si la vida se desarrolla de manera similar a la Tierra, es posible que surjan especies inteligentes en otros planetas.
Sin embargo, la probabilidad de encontrar una civilización avanzada capaz de comunicarse con nosotros, por ejemplo, es algo más remota debido a las vastas distancias y los posibles desafíos evolutivos.
Además, la existencia de civilizaciones depende de factores como la estabilidad de su planeta, los recursos disponibles y el tiempo suficiente para evolucionar hasta niveles de inteligencia avanzada.