Los “Cuando” de los animales y seres vivos

By Alejandro Cruz / Publicado Ene. 13, 2025 a las 3:43 pm

Los primeros conocimientos que tuvo el hombre acerca de los animales, en la más remota antigüedad, fueron ciertamente interesados.

En efecto, los hombres primitivos consideraban a los animales como unos seres peligrosos, de los que había que defenderse, o bien como valiosa fuente de alimento, que debía obtenerse mediante la caza y la pesca.

Tanto en uno como en otro caso, y pese a no perseguir ningún interés de tipo científico, los hombres prehistóricos se vieron obligados a perfeccionar sus conocimientos acerca de los animales que vivían en las estepas y bosques.

En dibujos rupestres los antiguos nómadas dibujaban en las paredes de las cavernas a los animales.

No podían evitar a las fieras ni defenderse de sus ataques, no podían cobrar piezas, si no conocían sus preferencias alimenticias y sus escondrijos.

Además, una vez capturado, el animal debía ser descuartizado para consumir su carne y utilizar sus pieles. De esta forma se adquirieron las primeras nociones de anatomía.

Animales que sirvieron como sacrificios en la antiguedad

Los hechiceros y sacerdotes de las tribus, acostumbrados a sacrificar animales para honrar a las divinidades, fueron en cierto modo los primeros científicos, pues conocían mejor que nadie la anatomía de las víctimas que descuartizaban.

Un valioso testimonio del interés que inspiraban los animales a los hombres primitivos, nos lo ofrecen las bellísimas pinturas rupestres descubiertas en muchos lugares como, por ejemplo, Altamira.

Los artistas que realizaron estas pinturas demuestran unos conocimientos muy precisos de los animales representados.

Algunos animales llevan siendo fieles compañeros del hombre desde los más lejanos tiempos. Otros fueron domesticados más tarde, para obtener de ellos carne, leche, huevos y pieles, han sido siempre codiciadas piezas de caza.

En el antiguo Egipto también comenzaron a pintar a los animales que ellos consideraban sagrados.

Es natural, por tanto, que los documentos históricos relacionados con las más antiguas civilizaciones se refieran a los animales.

En algunos pueblos, sin embargo, se les atribuía tal importancia que incluso eran considerados como encarnaciones de divinidades maléficas o benignas, a las que debía honrarse.

Son universalmente conocidos los animales-dioses del antiguo Egipto.En Menfis se adoraba a una diosa-gata, y en Tebas a un dios-buey.

En otras ciudades se adoraban como dioses a los lobos, los chacales, las leonas, los cocodrilos, el ibis y varios peces del Nilo.

¿Cuándo nació la zoología?

Hay que esperar hasta el gran filósofo griego Aristóteles para hallar el primer intento serio de ordenar sistemáticamente todos los conocimientos adquiridos sobre el mundo animal.

El mérito de Aristóteles no consiste sólo en haber recogido en cuatro exhaustivas obras todo lo que en su época se conocía acerca de los animales y sus costumbres, sino en haber hecho también muchas observaciones originales.

Destruyendo leyendas y describiendo cerca de 500 animales con tal precisión de detalles que aún hoy nos sorprenden.

Representación gráfica de como en la antigüedad algunos animales eran sacrificados para obtener sus pieles.

Por desgracia, con el paso de los siglos los estudiosos no sólo no fueron capaces de continuar y profundizar la obra de Aristóteles, sino que llegaron incluso a tergiversar sus escritos, dando lugar a nuevas leyendas y creencias absurdas que pervivieron durante mucho tiempo de pueblo en pueblo.

Con los romanos, las ciencias naturales no hicieron ningún progreso. El único estudioso que recogió datos sobre los animales fue Plinio el Viejo.

Sin embargo su Historia Natural es una mezcla de observaciones válidas y leyendas absurdas, que no posee en modo alguno el valor de la obra de Aristóteles.

La Edad Media favoreció más, si cabe, el nacimiento de extrañas creencias y supersticiones. Por ejemplo, se creía que una determinada clase de oca era el fruto de unas plantas ribereñas.

Sólo con la llegada del Renacimiento resurgió el interés científico por los animales y se multiplicaron las obras descriptivas.

¿Cuándo domesticó el hombre los primeros animales?

El hombre primitivo pudo dar sus primeros pasos hacia la civilización sólo cuando aprendió a domesticar a los animales.

En efecto, antes debía vagar por los bosques para cazar, tenía que perseguir largo tiempo a las presas, y se veía obligado a emprender largos viajes para seguir las migraciones de los animales.

Los caballos y las vacas se creé fueron los primeros animales en comenzar a domesticarse, uno por su leche y fuente de alimento y el otro por ser un medio de transporte.

Cuando aprendió a tener de su parte a determinados animales de los que obtenía leche, huevos, pieles y carne, el hombre primitivo estuvo en condiciones de construirse una vivienda estable, de dedicarse a pequeños trabajos de artesanía y de desarrollar la agricultura en los terrenos que rodeaban su cabaña.

¿Cuales se consideran los primeros animales domesticados?

Es probable que los primeros animales que criara el hombre fueran las aves. En los árboles o en el suelo era fácil hallar nidos de pequeños volátiles.

Conducidos a la cabaña y alimentadas, las aves crecían y podían facilitar un buen número de huevos antes de ser sacrificadas y comidas.

Domesticar y criar aves era indudablemente mucho más fácil que capturar y tener junto a la cabaña a un peligroso mamífero de grandes dimensiones.

Que el hombre empezó muy pronto a criar aves lo demuestra el gran número de especies domésticas conocidas desde los tiempos más antiguos.

Palomas, gallinas, patos y pintadas, por ejemplo, se hallaban presentes en todos los banquetes importantes de la Antigüedad.

Los animales domesticados en la antigua Grecia

Los romanos conocían ya muchas razas de gallinas domésticas, y la pintada ya la criaban los griegos, que la llamaban gallina de Africa.

El pavo real era muy apreciado en Grecia, después de que Alejandro Magno lo descubriera en la India.

Debe tenerse en cuenta que el numero de animales domesticados en estos últimos siglos ha sido muy bajo.

Históricamente, la última de las aves de gran tamaño que vino a alegrar nuestras mesas en las grandes solemnidades como la Navidad, fue el pavo.

Durante los últimos siglos el interés del hombre se ha centrado más particularmente en las máquinas que en los animales.